En YOGA hablamos siempre que tenemos que potenciar el pensamiento positivo y no dejarnos arrastrar por el pensamiento negativo, hoy queremos llevar ese pensamiento hacia las oportunidades que nos ofrece la vida ante la adversidad.
En psicología hoy día se llama resiliencia. La resiliencia es la capacidad de afrontar la adversidad saliendo fortalecido. Desde la Neurociencia se considera las personas más resilientes tienen mayor equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés, soportando mejor la presión.
Cuando nos ocurre una situación límite; enfermedad, despido, ruptura, la muerte de un ser querido, problemas económicos…, caemos en la inercia del victimismo, preocupación, daño, pero si vivimos realmente en Yoga, en la presencia de esa Unión debemos trascender el tema correspondiente y sentir y vivirlo como esa oportunidad que nos ofrece la vida para el desarrollo y crecimiento personal.
Cuando llega la crisis lo primero que debo hacer es preguntarme por qué la Vida me ha traído esa circunstancia, a lo mejor me viene de vuelta por algo que haya hecho antes o surge para poder aprender alguna lección que tengo suspendida o incluso que nunca se me había planteado anteriormente.
Debemos dejar de ver la crisis desde esa mente analítica y conectar desde la profundidad del Ser con la mente intuitiva, creativa. Ser completamente conscientes de la realidad profunda del problema y ser objetivo. No intentar controlar la situación, ser flexible ante los cambios pensando siempre que hay un plan B en mi vida y será el que normalmente me toque utilizar.
“Ningún mar en calma hizo experto a un marinero”.